Por: Gerardo Cano Hernández
En la tierra de los grandes, si, de los grandes rateros y delincuentes o por lo menos así lo conocen las malas lenguas llegó al mundo un hombre que no tendría carisma, guapura o una posición económica elevada, pero eso sí, una mentalidad que pocas veces se ve en nuestro barrio y que tiene mucho más valor que todo lo anterior mencionado.
Desde pequeño sabía que en su natal Tepito haría de las suyas: La picardía, el uso del lenguaje “barroco” y la gran capacidad con los pies para meter el balón o mandárselo a un compañero para quedar en las redes serían habilidades que la tierra y las piedras tendrían el honor de conocer.
Pasó el tiempo, todo cambiaba menos su amor por el fútbol y ni que decir por los colores azulcremas. Cada quince días, Doña Hortensia Bravo lo llevaba a ver desde las altas gradas al Club América con la fiel ilusión de que algún día pisaría la cancha del Coloso de Santa Úrsula.
Durante su pubertad con la experiencia nata del barrio, hizo la prueba para entrar a Coapa, sin embargo no se quedó por lo que más de uno pensaría que su camino seria en la liga Golden de Tepito.
Un domingo mañanero y llanero, un jorobadito le había anotado cuatro goles al Madero Tepito por lo que todo mundo se asombró del talento que ya tenía y que no le daban chance explotar.
Un hombre llamado Ángel González pero conocido como “Coca” lo llevó de nueva cuenta al lugar dónde no había sido aceptado, su picardía, su valentía de ir por todas y sin miedo a perder lo aceptaron en el nido de Leo Bennhacker.
El resto lo fue construyendo desde piso su primera pelota oficialmente en León por ahí de 1992 y desde entonces los números, los canticos, las imágenes, los recuerdos, las memorias, los reconocimientos comenzaron a construir más que un hombre, una leyenda.
Directo, contundente, sin pelos en la lengua “Temo” ha demostrado que se puede cambiar la manera de pensar desde el momento que uno cree que puede hacerlo, sin importar clase social o manera de hacerlo.
El americanismo lo tiene como hijo prodigo por devolverle el orgullo y el protagonismo en cada descaro que hacía, en Veracruz lo llevan en el alma del puerto por regalarles magia con aquellos Tiburones superlíderes, en Estados Unidos hiciste de las tuyas con el Chicago Fire, hasta el Ascenso disfruto de tu magia con Dorados, Irapuato y los Lobos Buap.
Como olvidar tus jugadas de fantasía, la cuauteminha aplicada a los coreanos, la siempre auxiliar jorobiña y hasta con las nachas mandabas pases efectivos para que fuesen gol, la victoria contra Brasil en la confederaciones, la tijera contra Bélgica o tu forma de tirar penales. Todos sabremos el enorme significado de mentar madres en el campo como la forma enérgica de mostrar el amor por la camiseta.
Cuauhtémoc, como tú no habrá dos, gracias por 23 años de tantas alegrías con las múltiples camisetas que portaste, tengo fe de que volverás a Coapa y demostraras que en México sólo es cuestión de cambiar el chip por que el talento si lo hay, porque no importa del lugar que vengas, si no a dónde vas. “Temo” Empezaste en el mérito barrio y estarás en los cielos por el legado que has dejado.
Cuauhtémoc Blanco Bravo (17 de enero de 1973, Ciudad de México,México) es un futbolista mexicano. Juega de delantero y su actual equipo es el Puebla Fútbol Club de la Liga Bancomer MX. Es el segundo máximo goleador histórico del Club América, solo por debajo de Luis Roberto Alves y tercero de la Selección de fútbol de México, por debajo de Javier Hernándezy Jared Borgetti. Además es el máximo goleador en activo del Campeonato de Liga con 147 goles