La pasión, la presión y la excitación de una Copa del Mundo pueden llevar a los jugadores a cometer errores. En algunos casos provocan que los jugadores pierdan el control. Estos son algunos de los momentos más desagradables.
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Zinedine Zidane, 2006
Zidane fue uno de los más grandes jugadores de su generación y parecía que su carrera terminaría con gran estilo después de que su oportuno penal pusiera a Francia a la cabeza en la final del Mundial 2006 contra Italia. Tristemente el mediocampista será recordado por el insensato cabezazo que dio contra el pecho de Marco Materazzi después de que aparentemente el defensa lo provocara con sus comentarios. Una tarjeta roja obligó a Zidane a retirarse prematuramente y la victoria italiana en rondas de penales aumentó su dolor.
Wayne Rooney, 2006
Las esperanzas de Inglaterra en el torneo celebrado en 2006 se evaporaron cuando Rooney fue expulsado justo al cumplirse los 60 minutos de partido por su petulante actitud contra el defensa de Portugal Ricardo Carvalho. Cristiano Ronaldo protestó ante el árbitro y su gesto ante la expulsión de Rooney significó que fuera el compañero de Rooney en el Manchester United quien soportara los abucheos del público en Inglaterra. Los 10 hombres ingleses se presentaron a la ronda de penales, pero una vez más no pudieron controlar sus nervios.
Ariel Ortega, 1998
Con un empate 1-1 entre Argentina y Holanda cerca de las etapas de cierre de los cuartos de final en 1998, era comprensible que se sintiera tensión en el ambiente. De hecho, todo estaba tan tenso que el feroz mediocampista argentino Ortega, aparentemente molesto por un despeje aéreo lanzado por el arquero holandés Edwin van der Sar, se levantó del suelo como un salmón para golpear con la cabeza a su oponente en un solo movimiento, derribando a Van der Sar y ganándose la tarjeta roja. Dos minutos más tarde, en el minuto 89, Dennis Bergkamp anotó un memorable gol ganador dejando a Argentina fuera del campeonato.
Frank Rijkaard, 1990
Rijkaard, la imperturbable leyenda holandesa, fue expulsado del Mundial de Italia de 1990 por escupir a su oponente, el alemán Rudi Voller en San Siro. El partido estaba siendo tenso y después de que Rijkaard se molestara por el desafío de Voller contra el guardameta Han Van Breuklen y protestara contra el alemán, la estrella del AC de Milán inmediatamente escupió a su enemigo, quien quedó con una bola de saliva colgando del pelo. Voller devolvió el insulto y ambos fueron expulsados en el minuto 22.
John Aldridge, 1994
Después de una famosa victoria sobre Italia, la República de Irlanda estaba ansiosa por obtener un lugar en las fases eliminatorias en el Mundial 1994 disputado en Estados Unidos. Por eso cuando en el partido contra México perdía 2-0; era necesario actuar rápidamente. El entrenador Jack Charlton le indicó a Aldridge que dejara la banca y entrara al juego para salvar a su equipo, pero cuando recibió instrucciones de los oficiales del partido de esperar mientras se hacía el papeleo, se molestó bastante. Después de un buen rato vociferando y desvariando en la televisión en vivo, algunas imprecaciones y sudoración profusa, Aldridge entró a la cancha, pero solo pudo anotar un gol, por lo que los irlandeses perdieron 2-1.
Harald Schumacher, 1982
Se puede argumentar que fue una acción fríamente calculada más que temperamental, pero el acto de violencia más famoso de la Copa del Mundo ocurrió en 1982 y nunca se castigó. Alemania jugaba contra Francia en Sevilla y cuando el gran Michel Platini envió el balón para que el suplente Patrick Battiston despejara, el arquero de Alemania, Harald “Toni” Schumacher, actuó con decisión saliendo rápidamente de su portería y cayendo con todas sus fuerzas sobre el delantero, dejándolo postrado al punto de requerir atención médica. Increíblemente, el árbitro no dió un tiro libre, no digamos amonestación.
Leonardo, 1994
A Brasil se le ha relacionado con los grandes momentos mundialistas, pero durante el partido contra el anfitrión Estados Unidos en 1994, Leonardo dio muestras de que el equipo también tiene su lado oscuro cuando, lleno de frustración, propinó un codazo en la cara de Tab Ramos. El defensa de contención brasileño fue expulsado y se le castigó con cuatro encuentros -lo que lo dejó fuera del resto del torneo- mientras que Ramos sufría fractura de cráneo y pasaba meses en el hospital, donde recibió la visita de su arrepentido oponente.
