En México la automedicación es un problema de salud grave no sólo por las consecuencias de ingerir alguna substancia que produzca efectos secundarios, también hace que una persona acumule bastantes medicamentos inservibles que al consumirlos puede provocar alergias u otros padecimientos, señaló la Dr. Cristina García Gil, directora de Servicios Médicos y Rehabilitación Física de la UDLAP.
Si bien existe una ley donde los laboratorios mexicanos están obligados a recuperar sus medicamentos caducos, informó la Directora de Servicios Médicos de la UDLAP, hay personas malintencionadas que revenden medicamentos caducos a comunidades rurales o cambian las cajas y los venden como nuevos.
“El gran problema es que el efecto terapéutico ya no es el mismo, un antipirético ya no quita la fiebre, medicamentos como los desparasitantes y antibióticos pierden su efectividad y traen efectos secundarios, nauseas, dolor de estómago, diarrea y puede ser causa de que volverse sensible a este medicamento”, explicó la Directora de Rehabilitación Física de la UDLAP.
Por lo anterior, en una acción por cambiar esta cultura de guardar medicamentos caducos o tirarlos a la basura, lo que representa un envenenamiento al ambiente, la Universidad de las Américas Puebla implementó una campaña de recolección de medicinas perecederas mediante cinco contenedores de 15 a 20 kilogramos de capacidad, ubicados en cada Colegio Universitario y en el área de atención de Servicios Médicos en el campus de la Universidad.
De 10 personas por lo menos 5 tiene algún tipo de medicamento caduco en casa, en la oficina o en su bolsa, por ello la Dr. García Gil orientó que antes de ingerir alguna pastilla se revise las fechas de caducidad en la caja y en el blíster. “Cuando se tenga un medicamento caduco se deben sacar todas las tabletas, ponerlas en un recipiente con agua dos o tres días y posteriormente ya se pueden desechar porque se pierden sus propiedades”.