De acuerdo con información revelada al periódico Daily Star por una fuente cercana al magnate sudafricano Vivian Imerman, Adele solicitó la cantidad de 3.7 millones de dólares por cantar durante 25 minutos en la boda de la hija de Vivian, Megan, que se realizará en el famoso hotel Grosvenor House de Londres.
Aunque el magnate quería contratarla, como lo hizo con la cantante Amy Winehouse a quien pago miles de dólares por cantar en la boda de su hija mayor Bianca, al conocer la exagerada suma que solicitaba la recién ganadora del Óscar a la mejor canción original, prescindió de la contratación y optó por buscar otros artistas, a pesar de ser dueño de cuentas bancarias portentosas.