La inminente decadencia de la Reina del pop.
Es inevitable hablar de Madonna sin incluir la palabra “controversia”. Y no es para menos, ya que la llamada ‘Reina del pop’ ha forjado su fama a través de los escándalos y la agitación de sectores ‘sensibles’. Tales son los casos de la iglesia católica (tema recurrente en sus “críticas”) y la comunidad LGBT (su principal sector de fans), a quienes ha sabido representar y dar una identidad que a veces raya en lo exuberante.
Pero los escándalos de Madonna han escalado un nuevo peldaño, ya que es ahora el lado personal de la cantante el que se ve transgredido, cosa que hace unos años parecía impensable. Si bien su divorcio del cineasta Guy Ritchie (Sherlock Holmes, The Fight Club) pareció no afectarle en lo más mínimo (al segundo de divorciarse de Ritchie se dejó ver con hombres mucho más jóvenes que ella), es ahora el distanciamiento con su hijo Rocco, de 15 años, lo que parece estarla desmoronando por dentro, cosa que ya exterioriza compartiendo fotos y pensamientos en redes sociales, y ha afectado inclusive a su vida profesional.
Si bien la edad ya le pesa (57 años que YA SE LE VEN), la Reina siempre ha dado señales de ser imparable, sacando discos y haciendo gira como si no hubiera un mañana, pero es muy claro que ha descuidado su vida personal (la fama causa severos estragos) y al parecer quien más lo ha resentido es el jovencito, que no quiso pasar las fiestas de fin de año con su madre, refugiándose en su padre y siendo obligado al final por la cantante, quien inclusive llevó la situación a los tribunales, forzando al chico por medio de abogados y jueces, a festejar el año nuevo con ella.
Inició el año y con ello la nueva gira de Madonna, que, en opiniones profesionales ya arrastraba un pesado lastre: Las devastadoras críticas de su nuevo disco. Que si bien ya es del dominio público el hecho de que Madonna NO canta (solo es una gran Entertainer), su más reciente producción Rebel Heart la ha puesto en la mira asesina de los críticos, sobre todo por su falta de fuerza bailable y ganchos poperos que siempre han sido garantía en sus otros discos. Con eso la venta de boletos se ve trastocada.
Y para rematar, la cereza en el pastel: siendo la primera vez que la artista decide pisar pequeñas ciudades estadounidenses (donde “ciertas cosas” están mal vistas), se le ocurre tirarse a la bebida y dejar de cumplir con sus compromisos musicales (al menos de la forma tan profesional y perfeccionista en la que solía hacerlo), subiéndose al escenario en estado de ebriedad, retrasando ¡Hasta 4 horas sus presentaciones! Y exigiendo cosas que ni los Rolling Stones (con 20 años más de trayectoria) exigirían.
Es cierto que “No hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista”, pero si la también ex de Sean Penn decide seguir así, recibirá su 60 cumpleaños en plena decadencia y sin la oportunidad de enmendar sus asuntos familiares.
Y a todo esto, ¿qué puede ocurrir si Madonna sigue con esas actitudes?
Es muy simple: el respetable público jamás tolera ciertas cosas, y la cantante siempre ha puesto los estándares muy altos en cuanto a calidad de espectáculo se refiere. Por ahora los organizadores de su gira están a la expectativa, lo que significa que el Rebel Heart Tour se encuentra en entredicho, y si la cantante sigue faltando a su profesionalismo y enfureciendo al público, sus presentaciones restantes serán canceladas, su popularidad bajará (que de por sí a estas alturas se encuentra casi por los suelos), y eso, todos sabemos, se traducirá en pérdidas monetarias.
Esperamos que la artista recapacite, termine su gira como la gran figura que es y después se dé un tiempo para descansar y arreglar sus asuntos personales. Y si tú tienes algún buen consejo para Madonna, no olvides compartirlo usando nuestro Hashtag #TaWueno en todas nuestras redes sociales.
