Salen a la luz decadencias físicas y financieras del artista.
Recientemente salieron a la luz algunas afirmaciones bastante polémicas referentes a Prince y sus últimos momentos de vida. Fue el tabloide National Enquire el responsable de, entre otras cosas, darse a la tarea de investigar sobre sus últimos meses en lo financiero y sobre sus últimos días en cuanto a su estado de salud.
De acuerdo con este tabloide, y coincidiendo en declaraciones hechas por distintos sitios web, Prince, quien falleció el pasado 21 de abril a los 57 años de edad, padecía SIDA. Recordemos que este Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida inicia con un virus que puede permanecer incubado hasta por décadas en el cuerpo de su portador, y manifestarse hasta mucho tiempo después, atacando el sistema inmunológico del portador, ocasionando severas complicaciones (e incluso la muerte) con cualquier enfermedad que ataque al paciente.
De acuerdo con fuentes allegadas al cantante, y que declararon al tabloide: “Prince llevó una vida sexual desenfrenada durante todos los noventa, contrayendo el virus en algún punto entre mediados y finales de esa década”. De la misma forma estos allegados afirmaron que el cantante hizo esfuerzos para mantener oculto su padecimiento, sometiéndose a tratamiento médico y tomando sus medicaciones de forma escrupulosa.
Coincidiendo con esta noticia, varios sitios web dedicados al mundo de la farándula afirmaron que “Una celebridad afroamericana sumamente popular tiene SIDA”. Esto, más allá de pasar como una mera nota de tintes amarillistas, podría aportar una explicación más congruente y lúcida a la muerte tan repentina y, en cierta forma extraña, del llamado ‘Genio de Minneapolis’.
Esto se agrava con el hecho de que, al igual de padecer una decadencia física, el cantante también acarreaba problemas económicos, en su mayoría atribuidos a sus excesivos gastos y a su rotunda negativa a hacer negocios más lucrativos con su música. Categóricamente se negó a vender su catálogo, que en valores estimados rebasa los 200 millones de dólares, y siempre rehusó prestar sus canciones para comerciales, películas y videojuegos, lo que le hubiera generado ganancias millonarias.
Ante estos problemas de falta de dinero, Prince decidió sobreponerse al dolor físico y realizar una gira por Australia. Esto “complicó su estado físico, ya que el largo vuelo de 36 horas resultó ser demasiado para su salud”, afirma el tabloide, y no conforme con negarse a vender su música y limitarse a decir “Dios puede curarme, y lo hará”, el hombre que cambiara su nombre a un símbolo se ganó la fama entre sus allegados de “no saber hacer negocios, tomar decisiones apresuradas y obtener más pérdidas que ganancias”. En definitiva, Prince era un genio de la música, mas no de los negocios.
#TaWueno.