El proyecto denominado Sonda Cosmológica de la Isla Guadalupe para la Detección de Hidrógeno Neutro a alto Corrimiento al Rojo, también conocido como Sci-HI, se encuentra próximo a iniciar su etapa de observación científica, por lo que se abre una nueva ventana hacia la exploración del Universo profundo.
Gracias a esta iniciativa, nuestro país da pasos agigantados en materia de cosmología observacional y, al mismo tiempo, se convertirá pionero en el estudio del nacimiento de las primeras galaxias en la historia del Universo.
Y es que en el territorio mexicano, específicamente en la Isla Guadalupe, en Baja California, se ha probado el receptor Sci-HI en una zona libre de las ondas de radio FM y televisión. A estas zonas se les conoce como radio silentes.
Fuera de estas zonas es muy difícil llevar a cabo observaciones para la búsqueda de la señal del hidrógeno neutro que caracterizaría la formación de las primeras galaxias, que los científicos calculan que se originaron 200 millones de años después del Big Bang o Gran Explosión.
Se trata de una etapa muy temprana en la vida del Universo, pues representa apenas el uno por ciento de la edad de su edad, que en este momento se estima en alrededor de 14 mil millones de años.
En este proyecto participan más de 20 investigadores mexicanos y 10 extranjeros, con el objetivo de cronometrar la formación de las primeras estrellas y galaxias, y el fin de la época oscura del Universo.
“A pesar de que en otras partes del mundo se cuenta con radiotelescopios más grandes y con inversiones que rebasan los miles de millones de dólares, como el LOFAR en Holanda o el Square Kilometer Ray en Australia, el experimento Sci-Hi explota las ventajas de una de las mejores zonas radio silentes de nuestro planeta”, explicó el Dr. Omar López Cruz, astrónomo del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) y uno de los investigadores principales del proyecto.
La antena fija del experimento Sci-HI aprovecha la rotación de la Tierra y barre todo el cielo, logrando entrar a las partes más profundas del espacio, que son las zonas de la reonización o época obscura donde apenas se formaban las primeras estrellas y galaxias, detectando la firma espectral global, el hidrogeno neutro, producido por la formación de éstas.
Con una inversión inicial de sólo 60 mil pesos, el proyecto se empezó en 2010 ySci-HI consta de tres etapas: la primera fue buscar el lugar idóneo para lograr la recepción de las ondas; la segunda, la construcción y las pruebas de prototipos, y la tercera sería el inició de observaciones científicas.
Para las dos primeras fases, añadió el Dr. López Cruz, los científicos recibieron apoyo directo de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), la Comisión Nacional de Áreas Protegidas, la Secretaría de Marina (SEMAR), el Grupo de Ecología y Conservación de Isla (GECI) A.C., el Instituto de Ecología (INECOL), la Reserva de la Biosfera de Isla Guadalupe, la Reserva de la Biosfera de Mapimí, y de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera deParticipación Estatal Abuloneros y Langosteros, S.C.L.
“Ya terminamos la segunda fase del proyecto, y estamos por arrancar con la tercera etapa, que es el inicio formal de observaciones científicas. Necesitamos al menos un presupuesto de un millón de pesos. Por ello estamos intentando conseguirlo a través de varias instancias. Hemos sometido el proyecto al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología por segunda vuelta, hemos probamos con las organizaciones no gubernamentales, como la Fundación Alfredo Harp Helú. Sin embargo, de esta fundación no hemos tenido respuesta”, detalló el científico.
Los investigadores principales de Sci-Hi son el Prof. Jeffrey B. Peterson de Carnegie Mellon University, en Estados Unidos y el Dr. Omar López Cruz, del INAOE. Otras instituciones asociadas son el Instituto Canadiense de Astrofísica Teórica; la Universidad de Bristol en Reino Unido; el Instituto Avanzado deCosmología; el Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTA-IPN), los Institutos de Astronomía y el de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Escuela Superior de Física y Matemáticas del IPN, la Universidad Autónoma de Sinaloa y la Universidad Autónoma de Coahuila.
Además de los beneficios y avances científicos y tecnológicos que este proyecto tiene para México, también fomenta el ejercicio de la soberanía de las islas y la zona económica exclusiva que delimitan.